DESCUBRO HOLLYWOOD Por: Man Ray (1890-1976)

Mecánica Celeste

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(…) Los lugares de interés turístico sólo eran la excusa para relacionarme con los amigos.

Salvo en una ocasión, cuando fui a ver las secuoyas gigantes.

Me pasé el día entero haciendo fotos, con el deseo de registrar mis impresiones. El resultado fue decepcionante. Parecían meros árboles. Un remolque, un coche o una persona parecían liliputienses a su lado. Sólo había un modo de indicar las dimensiones: hacer una foto tan grande como el árbol. Pero ni siquiera en ese caso se podría plasmar el imponente aspecto de aquellos gigantes. Son los seres vivos más viejos del planeta, nacidos en los tiempos de los egipcios, y su corteza tierna y de colores cálidos parece blanda como la carne. Su silencio es más elocuente que el rugido de los torrentes y de las cataratas, más que la reverberación del trueno en el Gran Cañón, más que la explosión de una bomba…

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Aventurero y moderno //// Pratt en Rosario: una muestra para el dibujante genial

La muestra dedicada a Hugo Pratt se presenta en el Fontanarrosa y abre el programa de la edición 2017 de Crack Bang Boom. Dibujantes de la ciudad y la admiración por el creador de «Corto Maltés».
Retrato de Hugo Pratt.
Retrato de Hugo Pratt. 

«Es uno de los historietistas más grandes de la historia, como Milton Caniff, Will Eisner, Frank Miller; Pratt es de esa calaña», dice Rafael Ielpi, director del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. El nombre de Fontanarrosa viene a cuento y completa, porque el gran dibujante rosarino tenía a Pratt entre sus ídolos. Le copiaba las manos, decía, algo tan chiquito y con tanto movimiento. Pratt las dibujaba como nadie: hay que ver los cuadritos de Ernie Pike, Sargento Kirk, Corto Maltés, pero tratando (en lo posible) de salirse del tramado emocional de las páginas.

La oportunidad está: entre el 28 de septiembre y el 29 de octubre, la planta baja del CCRF (San Martín 1080) abrirá sus puertas a Pratt en Rosario, muestra que prologa la inminente y octava edición de Crack Bang Boom (12 al 15 de octubre). «Se trata de una muestra armada en Mendoza, para la cual la hija de Pratt, Marina, aportó algunos originales; lo importante es la recuperación de la figura del autor», explica Ielpi. La muestra cuenta con producción general a cargo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Provincia de Mendoza, con curaduría de Planeta Comics y Asociación Bancaria‑Seccionales Rosario y Mendoza.

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Hugo Pratt, el gran dibujante italiano que viviera en Argentina durante la década de 1950, es considerado hoy uno de los artistas fundamentales. Fue con Héctor Oesterheld con quien pergeñara las crónicas bélicas de Ernie Pike, la solidaridad en clave western de Sargento Kirk, junto al espíritu aventurero de Ticonderoga. Obras magníficas, que han recorrido el mundo y hecho germinar la madurez del dibujante, finalmente traducida en la docena de aventuras del marino Corto Maltés.

No hay manera de escapar al influjo de Hugo Pratt. Quienes le han leído durante la época de esplendor de la historieta argentina lo corroboran. Porque Oesterheld fue una cosa con Alberto Breccia, otra con Solano López, y fundamentalmente otra con Pratt. «Mientras el mundo de Breccia era denso, inquietante, el de Pratt era más vitalista, se trataba de personajes entrañables, aventureros, valientes, como el Sargento Kirk o el mismo Ernie Pike, corresponsal de guerra. Pero sobre todo con Corto Maltés, que para mí es la encarnación del aventurero y además el espejo mismo de la vida de Pratt», agrega Ielpi. En efecto, la vida nómade de Pratt se traduce en las aventuras del Corto, junto a dolores familiares provocados durante la Segunda Guerra. Según el dibujante, lo primero que dibujaba de su querido personaje era la mirada. Sus ojos. Eso determinaba el resto. A partir de allí, era Corto Maltés quien decidía el rumbo.

«Corto tiene una diversidad de miradas sobre el mundo que terminan por delinear una época casi atemporal, de vigencia eterna. Como sucede con los detectives de Chandler o Hammett, Corto Maltés sostiene una ética muy personal, a veces a contramano de la sociedad que le rodea», cuenta Ielpi mientras recuerda una muestra de años atrás, en el mismo Centro Cultural. «Cuando fui titular de Cultura, a mediados de los ’80, una de las grandes muestras que hicimos se tituló Tres maestros de la historieta, dedicada a Pratt, Alberto Breccia y José Luis Salinas. Breccia fue el único que pudo venir, Pratt vivía en Italia o Suiza en esa época. Todos mandaron sus originales y Pratt nos llamó por teléfono para desear éxitos. Fue una muestra muy linda».

 

 

 

Impresiones repartidas

Sería extraño conocer algún dibujante a quien Hugo Pratt le resultara indiferente. Por acá nomás, calles adentro, Rosario tiene dibujantes de trayectoria internacional. Entre ellos, el propio organizador de CBB, Eduardo Risso. Para el autor de Parque Chas y 100 balas, «Hugo Pratt es de esos artistas que un dibujante no puede dejar pasar sin mirar. Para mí es la línea moderna de la historieta en la época de los clásicos, un adelantado».

Esa línea que articula clasicismo y modernidad es también distinguida por Gonzalo Ruggieri (Fierro, Heavy Metal): «Lo considero algo así como el dibujante perfecto de historietas, un gran referente que representó un punto de ruptura, un antes y un después en el noveno arte. Desde la narrativa y la aparente sencillez de su obra, se esconde, y a la vez se deja ver, una complejidad y un nivel de precisión prácticamente imposible de alcanzar». Para Leandro Fernández (Punisher, Hulk), «lo que me atrajo de Pratt fue su capacidad para transportarme a otro lado, a un mundo creíble pero de ensueño al mismo tiempo, donde todos los elementos de la historia conviven en un entorno absolutamente real, documentado y preciso, pero con guiños simpáticos del autor, para mostrar el espíritu de una historia particular, en especial aquellas de Corto Maltés. La aventura, el viaje, la amistad, los personajes tramposos pero queribles. Esas situaciones donde el azar lleva a los miembros de sus historias a cruzarse, no con anónimos personajes secundarios, sino con verdaderos protagonistas históricos. Es uno de los autores que me hicieron querer ser dibujante de historietas. Un autor integral, tanto desde el guión como el dibujo, tan personal y subjetivo. Siempre digo, que cuando encuentro algún sábado donde estar realmente tranquilo, no me importa repetir alguna lectura y releer por infinitésima vez La casa dorada de Samarkanda. Placer absoluto».

 

“Corto (Maltés) tiene una diversidad de miradas sobre el mundo que terminan por delinear una época atemporal”.

 

Esta exaltación, el dibujante Marcelo Frusin (Hellblazer, L’expedition) la sabe enumerar: «Pratt es la aventura y el exotismo, la magia y los deseos, los viajes y la historia, las pasiones humanas narradas con la estilizada poesía de su dibujo, e iluminadas con sus maravillosas manchas de acuarela». Al respecto, Esteban Tolj (El Pollo Palacios, Crónicas del inxilio) comenta que «Pratt sostenía que él antes que dibujante era un ‘fumetaro’, un historietista. No separaba la labor de guionar y dibujar, para Pratt eso iba junto. Narrativa pura, los textos apenas aparecían en diálogos o pensamientos. Dueño de un dibujo a pura síntesis, con trazos de pincel como hachazos definiendo el carácter de cada personaje, sugiriendo con una economía de líneas los paisajes y los detalles mínimos que daban ambiente. Creador de personajes, situaciones e historias únicas, llenas de aventura, humanidad y poesía. Escenas muchas veces de violencia cruda, pero también de humor en forma de ironías y críticas a situaciones extremas como el contexto de una guerra y la estupidez humana. En sus relatos subyace el valor de la amistad, la palabra de honor y el amor auténtico».

Según Damián Couceiro (Planeta de los simios, Sons of Anarchy), «Hugo Pratt no sólo era un excepcional dibujante, con ese dominio de la línea y el pincel, esas manchas de tinta china que siempre me fascinaron y que torpemente sigo intentando emular, sino también un extraordinario narrador de aventuras. Significa una conexión muy grande con mi viejo, también un talentoso dibujante y amante de la obra de Pratt, que me abrió las puertas a la historieta a través de los libros y revistas que tenía en su biblioteca. Entre ellas, las viejas revistas Fierro o los primeros libros que leí de Corto Maltés: Bajo el signo de Capricornio y Corto Maltés en Siberia. Nunca voy a olvidar leer de chico ese asalto al tren transiberiano o las aventuras de Corto navegando en busca de un tesoro escondido».

Un nexo generacional semejante sólo lo han logrado unos pocos y extraordinarios artistas. También porque, según la apreciación perspicaz de Bruno Chiroleu (Términus), «Pratt plasmaba historias que no eran más que excusas para mostrar emociones riquísimas y tremendamente caras a la condición humana. No escribía sobre la guerra, la política, los conflictos regionales, las sectas masónicas, ni sobre Siberia ni sobre Venecia. Escribía sobre la amistad, el amor, el resentimiento, la necesidad, el hambre: de mundo, de movimiento, de aventura. Pratt escribía sobre personas, no sobre personajes. Escribía sobre emociones, pero por sobre todo, sobre sus complejidades, su ambivalencia, sus matices, sus grises».

En cuanto a la simpleza de línea de sus últimos trabajos, dueños de un minimalismo posible sólo en maestros del oficio, Rafael Ielpi explica que «Hugo Pratt fue simplificando la línea hasta convertirla, como al horizonte, en una línea recta y no otra cosa». Otro tanto puede señalarse acerca del color, aspecto sobre el cual Esteban Tolj añade: «Lo dominaba con suaves y delicadas pinceladas de acuarela, como paisajes de ensueño. Nunca abandonó la presentación de sus páginas compuestas por pequeños cuadritos, que sólo de vez en cuando crecían a encuadres panorámicos, cuando el relato necesitaba tomar distancia o respiro, una sucesión de viñetas con un ritmo que lo emparentaban con la fluidez de una película».

 

(C) LEANDRO ARTEGA

ROSARIO 12 (PAGINA 12)

24 de setiembre 2017

CRÓNICAS DE MOTEL

Mecánica Celeste

Por: Sam Shepard (1943-)

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Sam Shepard Sam Shepard

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para mi madre

Jane Elaine

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“Jamás tan cerca arremetió lo lejos”

CÉSAR VALLEJO

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*

Hay una mariposa Monarca en la acera de Ozona. La brisa se la lleva de acá para allá. Durante todo el día han estado estrellándose contra mi parabrisas, dejando salpicaduras rosadas y doradas en el cristal. He visto a una de ellas que caía a plomo desde el cielo y chocaba contra el asfalto de Highway 10 East. Debe de ser la época del año en la que tienen que morir.

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16/10/80

Ozona, Texas

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*

Encontré un pájaro acuático muerto en medio de un aparcadero. No había coches. El pájaro estaba entero. Desmayado y sin huellas de sangre. Me lo llevé a casa y lo metí en la nevera. Al día siguiente mi Papá y yo lo llevamos por las casas de la…

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IN MEMORIAM SAM SHEPARD (1942-2017) CRÓNICAS DE MOTEL

Mecánica Celeste

5.jpg

para mi madre

Jane Elaine

“Jamás tan cerca arremetió lo lejos”

CÉSAR VALLEJO

Hay una mariposa Monarca en la acera de Ozona. La brisa se la lleva de acá para allá. Durante todo el día han estado estrellándose contra mi parabrisas, dejando salpicaduras rosadas y doradas en el cristal. He visto a una de ellas que caía a plomo desde el cielo y chocaba contra el asfalto de Highway 10 East. Debe de ser la época del año en la qu e tienen que morir.

2.jpg16/10/80

Ozona, Texas

 

*

Encontré un pájaro acuático muerto en medio de un aparcadero. No había coches. El pájaro estaba entero. Desmayado y sin huellas de sangre. Me lo llevé a casa y lo metí en la nevera. Al día siguiente mi Papá y yo lo llevamos por las casas de la vecindad y preguntamos a la gente si había visto alguna vez a…

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¡Vade Retro, monstruos!

¡Vade Retro, monstruos!

¡Vade Retro, monstruos!Repasamos al detalle el primer volumen de Términus Libros, dedicado a RIP Van Hellsing, el cazador de monstruos creado por Enrique Barreiro, Hernán Ferrúa y Enrique Santana.

 

Apariciones de antología

 Una primera aproximación al personaje que nos ocupa daría cuenta de los ocho episodios autoconclusivos a pura aventura y machaca presentados entre el tercer y décimo número de “Términus”. Allí aparecen por primera vez algunos secundarios de cierta relevancia, como el ‘Señor Lee’, oriental que es algo así como el armero de confianza del protagonista, o uno de sus jurados enemigos; nos referimos, obviamente, al militar norteamericano conocido como el Coronel.

Muchos peligros de distinta índole que el albino protagonista se sacó de encima apelando a los más diversos métodos. Ortodoxos algunos, heterodoxos otros. Después, no mucho más. Sabíamos de ciertos elementos propios del género Sci-Fi en la ambientación, pero sin mayores precisiones al respecto del momento histórico en el que transcurría la acción.

En lo formal, su apellido -con juego de palabras en idioma inglés incluido- nos remite al célebre matador del Conde Drácula, en la clásica obra literaria de Bram Stoker; de hecho, el cómic presenta a Rip como el último de su estirpe. Pero hay otro apellido ilustre involucrado en la génesis. El guionista Enrique Barreiro es hermano del gran Ricardo, ‘el loco’, acaso uno de los últimos autores argentinos seguidores de la escuela clásica de historieta iniciada por Héctor Germán Oesterheld. Esta obra fue en principio uno de los proyectos que su pronto deceso, en 1999, dejó trunco. Convocando a Hernán Ferrúa, escritor y guionista, y a Enri Santana, dibujante con amplia experiencia en el campo de la animación, tomó forma el grupo de trabajo que a partir de 2011 inició el periplo italiano del cazarrecompensas, para Aurea Editoriale, en las páginas de “Skorpio” y “Lancio Story”, con capítulos unitarios de ocho páginas, que vimos en Términus, y continuados de doce, que se presentan ahora.

 Operación cacería

 Términus Libros fue el paso siguiente a la experiencia de la antología rosarina con proyección nacional que en sus doce números supo aprender sobre la marcha, nucleando a buenos creadores para demostrar que desde la independencia, con tenacidad y talento, es posible generar y consolidar una propuesta capaz de seducir a los lectores. Sus editores, con Bruno Chiroleu a la cabeza,  resultaron ganadores de la convocatoria Espacio Santafesino, del Ministerio de Innovación y Cultura, lo que permitió el apoyo económico para solventar la publicación de libros completos de historieta, el primero de los cuales salió a la venta sobre fines de 2016, estando dedicado al mercenario asentado en New York.

“RIP Van Hellsing Vol. 1” está lujosamente editado, a buen precio, incluso, para los parámetros de nuestro mercado, y se compone de 160 páginas que compilan tres arcos argumentales de similar extensión, 48 páginas. Las tramas, si bien no llegan a ser una presentación formal del personaje, lo cierto es que permiten conocer algo más de su particular trabajo, la motivación que lo ha llevado a ser quién es y el interesante entorno en que se mueve; un futuro distópico, año 2037, donde la tecnología ha avanzado bastante y los peligros sobrenaturales están a la orden del día. Bastante más que lo que se vio en los unitarios, cabe destacar. La lectura es ágil en todo momento, en parte porque a la habitual dosis de acción que ya conocen quienes seguían “Términus”, se ha agregado una bienvenida porción de suspenso que enriquece cada uno de los relatos.

‘Monstruo’ es el título de la primera historia, que narra una contratación de RIP por parte del Coronel Mike Wallace, de la Inteligencia Militar. El proyecto confidencial denominado M-345, un prototipo de cyborg con plena autonomía de operatividad diseñado para la guerra a distancia, se ha dado a la fuga luego de un primer testeo de prueba en el campo, ocasionando gran cantidad de locas bajas civiles y saliendo de todos los radares del gobierno. ¿Qué salió mal con el robot? ¿Cómo se relaciona ese hecho con una serie de asesinatos a prostitutas en diversos barrios de la gran urbe? Esas y otras preguntas deberá responder Van Hellsing, empleando toda su astucia y cierto armamento provisto por el nieto de Lee. El final deparará no una, sino dos sorpresas relacionadas entre sí, además del surgimiento de un poderoso villano.

El segundo relato es ‘Trampa en el Casino’, y transcurre en Las Vegas. Allí ha sido convocado nuestro protagonista por el director de una conocida casa de juegos, Royal, en la que en el último tiempo han sucedido una serie de intrigantes robos a apostadores con buena fortuna, seguidos de lo que parecen ser extraños asesinatos, imposibles de continuar ocultando a la prensa. Esta vez, el trabajo consistirá en develar quiénes están detrás de estos golpes, y detenerlos, obviamente. Pero lo que parece ser una trama de desarrollo lineal se complica inesperadamente sobre el cierre, con la participación de un misterioso cuarteto de vampiros, que responden a un jefe tan oculto como omnipotente. La buena noticia es la aparición de una -no tan nueva- aliada, que siembra más dudas que certezas en el mercenario, obligándolo a repasar la historia de su propio linaje.

‘El líder de la manada’ es el título del tercer y último arco, que tiene que ver con una sangrienta disputa territorial por varios negocios ilícitos entre dos enemigos de antaño, vampiros y licántropos, cuyo epicentro geográfico vuelve a ser la ciudad del pecado. Hacia allí se dirigirá RIP luego de que un inesperado ataque a su fortaleza no le deje demasiadas opciones más que formar una frágil y peligrosa alianza con uno de los bandos en pugna. Las tensiones internas de uno y otro lado por la obtención del poder, más información acerca del pasado de la milenaria secta vampírica a la que pretende exponer y datos desconocidos sobre su propia ascendencia familiar, confluirán a toda acción en un final muy bien pensado, que cierra a medias, dejando varias puntas por explorar. Será cuestión de esperar el Volumen II para conocer la incidencia de estos acontecimientos a futuro en el gran plot central.

Contra todos los males de este mundo

Se me ocurre que la elección de esta obra para dar inicio a la colección de tomos ha sido por demás de acertada, tanto en el aspecto comercial como al que involucra a la factura  artística.

El imprevisible contexto de aventura, sazonado con una buena  mezcla de subgéneros -con predominio de elementos tecnológicos y fantásticos-, un entorno fuertemente urbano, además de la mínima y justa caracterización de los personajes intervinientes en las simples pero efectivas tramas -amigos y enemigos-, redundan en un cóctel capaz de atraer a un potencial público lector joven, más vinculado a otras formas de entretenimiento con predominio de lo visual, como el cine y los videogames, pero vuelven también al trabajo accesible para lectores más curtidos, identificados con otra época de nuestra historieta, como quién esto escribe.

Mucho de este mérito recae en el dibujante de turno, Enri Santana, cuyo estilo de dibujo y narrativa rebosan de dinamismo en la composición y puesta en página, manejándose perfectamente con el blanco y negro, incorporando algún que otro toque propio del gran Carlos Meglia, de quién fuese ayudante en la época de ‘Cybersix’, con guiones del inolvidable Carlos Trillo. Con un tratamiento de la acción casi cinematográfico y buenos recursos a la hora de dotar de expresividad a los diversos personajes -para ejemplo basta la rica gestualidad que expresa RIP en diferentes momentos, aunque use anteojos-, su trabajo basta para recomendar la compra del libro. Pasando en limpio, emociones fuertes y mucha machaca bien orquestada, en un sinuoso recorrido por los terrenos de lo sobrenatural, es lo que propone el tomo. Y no defrauda.

(c) MARIANO SICART

PUBLICADO EN FACEBOOK DE CENTRAL MUTANTE

Bruno Chiroleu: Términus en Finisterre

bruno1 Chiroleu, de freelancer a autoeditor.

La aparición de Términus durante el 2012, significó la irrupción visible de una nueva ola de autores con epicentro en Rosario, Santa Fe. Bruno Chiroleu, no solo es el editor responsable de la revista, sino que, además, es un artista de talento que escribe y dibuja sus propias historias, ejercitando con predilección géneros como el fantástico, la ciencia ficción y el terror. Términus alcanzó un total de 12 números de cadencia cuatrimestral, para ahora transformase en una editorial con un ambicioso plan de publicaciones.

Fecha de nacimiento, edad, y ¿cuándo hiciste tu primera historieta?

“12 de marzo de 1981. 35 años, por ahora. Técnicamente, a mi primera historieta la dibujé alrededor de los ocho años, en una tira de hojas de computación de las que mi viejo traía del laburo, haciendo una ‘viñeta’ por página, con fibra, en la mesa del comedor.”

¿Tenés estudios formales…

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Tres poemas de Juan Francisco Altamiranda

 


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Foto: Luciano Cagliardi.

BUSCA UN MUNDO QUE TUS PADRES NO PUEDAN DESTRUIR

Busca un mundo que tus padres no puedan destruir

donde los miedos que heredaron no sean admitidos,

donde las luces que los guiaron se apaguen al unísono

y los estándares de vida que los moldearon se desdoblen en tus manos.

Contribuye a un mundo nuevo,

desiste de la propaganda, rechaza el modelo,

busca un mundo que tus padres no puedan destruir

donde el valor de las personas no sea pesificable,

donde el éxito sea un cuento que nadie se traga

y los mártires crucificados cuelguen mudos de la pared.

Busca un mundo que tus padres no puedan destruir,

la vedette se lamenta sobre sus tetas desmoronadas,

sus caderas ya no arrancan ni un solo suspiro,

ningún cuello torcido queda a su paso,

ha perdido todo aquello para lo que un día vivió: los demás.

Desaparecen los dogmas, las certezas, los asideros,

los símbolos de una era se disuelven:

las figuras políticas de mayor peso,

los grandes deportistas, los astros,

las voces de una generación

se apagan una por una,

son arrastrados hacia el olvido por los vientos de cambio

que no dejan de soplar,

nunca dejan de soplar,

desde que el mundo es mundo y hay vida en él.

Los episodios violentos, trágicos, conmovedores

que sacudieron los cimientos de todas las sociedades,

que suscitaron el interés de la opinión pública,

que fueron tema de discusión en hogares, lugares de trabajo y mesas de bar

no podrán ser expresados en lenguaje alguno,

no tendrán nada que decirnos a nosotros,

callarán, de forma inexorable,

para siempre.

Cuida bien tus errores, protege cada fracaso,

guarda celosamente el dolor de todas tus caídas,

que nadie te quite la posibilidad

de familiarizarte con el suelo,

de andar kilómetros y kilómetros en la dirección equivocada,

de mapear tu propia existencia en este mundo

para bien o para mal, para eso es que estamos acá.

Toma tu cabeza y condúcela a toda velocidad contra esa pared

sólo hay un modo de aprender y ellos también lo comprobaron así

después de un millón de caídas

o más.

 

(más…)

Larry Colburn, quien intervino para detener una masacre en My Lai, muere a los 67 años de edad

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Larry Colburn, un veterano militar estadounidense conocido por haber intervenido para detener la masacre de 1968 en My Lai, falleció a los 67 años de edad. Colburn era uno de los tres miembros de la tripulación de un helicóptero que se enfrentó a otros soldados estadounidenses que estaban masacrando a cientos de pobladores vietnamitas inocentes. Colburn tenía 18 años de edad cuando acordó efectuar una acción de resistencia junto a sus compañeros de tripulación Hugh Thompson y Glenn Andreotta. Los tres amenazaron con dispararles a las tropas estadounidenses si continuaban con la masacre. Este es Larry Colburn en una entrevista con Democracy Now del año 2006.

Larry Colburn expresó: “Entonces, en ese momento, Glenn Andreotta vio una especie de búnker en la tierra, donde se veían algunos rostros que miraban hacia afuera, y se acercaba un escuadrón de estadounidenses. El señor Thompson decidió, y todos decidimos, que si no hacíamos nada en los siguientes 30 segundos, esta gente moriría. Entonces aterrizó el helicóptero entre las tropas estadounidenses que avanzaban y la gente que estaba en el búnker. Se acercó y habló con un teniente y le dijo –o le preguntó– cómo podíamos sacar a estas personas del búnker, que obviamente eran civiles. El teniente respondió que las sacaría con granadas de mano. El señor Thompson, que tenía menor rango que el teniente, le dio a este una orden, le dijo que no desplegara a su gente. Tenía una mejor idea, y creo que le dijo: ‘Si disparas contra estas personas cuando las esté sacando del búnker, mi gente te va a disparar’”.

Ese era Larry Colburn hablando con Democracy Now! en 2006. Murió de cáncer de hígado el martes en su casa, en Georgia.

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